La presidenta Claudia Sheinbaum minimizó este jueves las tensiones surgidas en torno al artículo transitorio de la reforma a la Ley de Amparo y aseguró que el episodio no refleja un enfrentamiento con el senador Adán Augusto López ni una ruptura dentro de la Cuarta Transformación. Según dijo, el conflicto fue resultado de decisiones autónomas en el Senado, no de diferencias políticas en su equipo.

“Se trata de un asunto legislativo. Nosotros pedimos únicamente que se dé claridad a la redacción y que se respete la Constitución”,

afirmó Sheinbaum.

La mandataria explicó que la urgencia para aprobar la reforma responde al calendario de implementación del nuevo modelo judicial, que contempla la elección popular de jueces, magistrados y ministros.

La presidenta defendió la iniciativa argumentando que busca agilizar los procesos judiciales sin menoscabar el derecho de los ciudadanos a recurrir al amparo frente a abusos de autoridad.

“No se elimina ningún derecho; al contrario, se fortalece la justicia para que sea más rápida y cercana a la gente”,

insistió.

El debate legislativo se intensificó después de que el Senado incluyera un artículo transitorio que hacía retroactiva la aplicación de la ley a los amparos en curso. Esa cláusula encendió alarmas en el propio Palacio Nacional por contravenir el artículo 14 constitucional, que prohíbe aplicar normas de manera retroactiva en perjuicio de las personas.

La Cámara de Diputados corrigió la noche del miércoles el texto y eliminó la disposición polémica. “Simple y sencillamente se respeta la propuesta original”, afirmó Julio César Moreno, presidente de la Comisión de Justicia, quien reconoció que el dictamen enmendaba un error del Senado.

Propuesta anticonstitucional salió de Morena

La inclusión del artículo fue promovida por un grupo de legisladores morenistas encabezados por Adán Augusto López y el senador Manuel Huerta. Según fuentes parlamentarias, la cláusula habría sido sugerida por el presidente de la Suprema Corte, Hugo Aguilar, y contaba con el respaldo del exministro Arturo Zaldívar y de la consejera jurídica Ernestina Godoy. Sin embargo, tanto el Poder Judicial como el propio Gobierno negaron haber impulsado esa versión.

El desconcierto aumentó cuando Huerta reintrodujo la cláusula en el último momento, mediante una reserva al dictamen que logró aprobarse por mayoría, aunque con el voto en contra de varios morenistas. La votación evidenció una división interna que Sheinbaum trató de zanjar con un mensaje público en el que llamó a los diputados a “respetar la Constitución y evitar confusiones jurídicas”. 

La respuesta fue inmediata: las comisiones de Justicia, Estudios Legislativos y Hacienda aprobaron un nuevo dictamen sin retroactividad. La decisión blindó la reforma y disipó temporalmente la tensión entre las distintas alas del oficialismo.

Nadie ha asumido la autoría de la redacción final que encendió la controversia. Desde el Gobierno se atribuye el error al Poder Judicial, pero documentos a los que tuvo acceso el diario El País revelan que las sugerencias del ministro Aguilar diferían de la versión aprobada. El origen exacto de las modificaciones, admiten en ambas cámaras, podría quedar sin esclarecer.

Por ahora, el retiro del artículo evita que la controversia legal descarrile una reforma central en la agenda de Sheinbaum, enfocada en transformar el sistema de justicia. Con el ajuste, la presidenta refuerza su control político sobre Morena y deja claro que su liderazgo se impone sobre las disidencias internas.