El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, descartó que se emitan leyes para prohibir o censurar los narcocorridos.

Durante una conferencia, el mandatario expresó que la mejor forma de contrarrestar estos mensajes es a través de herramientas sociales como la educación, el deporte y el acceso a la cultura.

“No, no es el caso, yo no estoy en esas circunstancias”, dijo al referirse a la posibilidad de aplicar sanciones como las vistas en otras regiones.

“Para eso está la educación, para eso está el deporte, para eso está la cultura”, 

agregó.

Rocha también enfatizó que el consumo de este tipo de música no se limita a Sinaloa, sino que forma parte de un fenómeno cultural extendido en gran parte del país.

Su postura se da en un momento de creciente debate sobre el papel de los narcocorridos en la normalización de la violencia y la apología del delito.

La discusión volvió a encenderse tras los disturbios ocurridos en la Feria del Caballo de Texcoco, Estado de México, donde el cantante Luis R. Conríquez decidió no interpretar narcocorridos ante la normativa local. La decisión generó reacciones violentas entre el público y reavivó el tema en el ámbito político y mediático.

¿Qué estados prohíben los narcocorridos?

En México no hay una prohibición a nivel federal, pero varios estados han implementado medidas para limitar la difusión de narcocorridos:

  • Baja California: Tijuana prohíbe desde noviembre de 2023 estos contenidos en espectáculos públicos, con multas de hasta 1.2 millones de pesos.
  • Estado de México: Texcoco, Metepec y Tejupilco sancionan la interpretación de narcocorridos con hasta seis meses de cárcel o multas equivalentes a 60 días de salario mínimo.
  • Guanajuato: Ha aplicado restricciones similares para prevenir la promoción de la violencia mediante espectáculos públicos.
  • Jalisco: Tras incidentes en Guadalajara, se prohibieron conciertos que glorifiquen al crimen organizado en todo el estado.
  • Nayarit: Desde febrero de 2025, se prohíbe interpretar y reproducir narcocorridos y corridos tumbados en eventos públicos.