El cardenal italiano Angelo Becciu, protagonista del llamado ‘juicio del siglo’ en el Vaticano, anunció su decisión de no participar en el próximo cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco.
Su decisión, ‘por el fin de la Iglesia’, pone fin a una intensa controversial que amenazaba con empañar el proceso de sucesión papal.
Tras la muerte de Francisco, la participación de Becciu —condenado por corrupción en 2023— se convirtió en uno de los temas más comentados en el entorno vaticano. Aunque en 2020 había asegurado que no tomaría parte en futuros cónclaves tras su caída en desgracia, en días recientes había afirmado tener derecho a asistir al cónclave del 7 de mayo, al seguir siendo menor de 80 años, el límite de edad para votar.
Sin embargo, Becciu emitió un comunicado este martes a través de sus abogados donde expresó:
“Teniendo en el corazón el bien de la Iglesia, a la que he servido y seguiré sirviendo con fidelidad y amor, así como para contribuir a la comunión y serenidad del cónclave, he decidido obedecer, como siempre lo he hecho, la voluntad del Papa Francisco de no entrar en el cónclave, aunque sigo convencido de mi inocencia”.
¿Quién es el cardenal Angelo Becciu?
Becciu, de 76 años, fue una figura de peso dentro del Vaticano, cercano a Benedicto XVI y considerado en su momento un papable. Su carrera se fue para abajo en 2020, cuando Francisco le pidió renunciar a su cargo y a los derechos propios del cardenalato debido a acusaciones de mala gestión financiera.
Aunque siempre negó haber cometido delitos, fue condenado por el tribunal penal vaticano en diciembre de 2023 a cinco años y medio de prisión. La sentencia está en proceso de apelación, cuyo inicio está previsto para septiembre.
A pesar de su edad, que lo hace técnicamente apto para votar, el Vaticano nunca lo incluyó en sus cifras oficiales de cardenales electores. Con su renuncia, se confirma que 133 cardenales participarán en la votación, luego de que otros dos se excusaran por motivos de salud.
El documento que regula los cónclaves, Universi Dominici Gregis, excluye del voto a los cardenales que hayan sido ‘canónicamente depuestos o que con el consentimiento del Romano Pontífice han renunciado al cardenalato’. Si bien nunca se aclaró del todo qué implicó exactamente la renuncia de Becciu en 2020, no hay constancia de una sanción canónica formal.
La prensa italiana informó recientemente que, en las reuniones preparatorias, Becciu recibió dos cartas firmadas por Francisco antes de su muerte, solicitando que se abstuviera de participar, lo que habría sido determinante en su decisión. Becciu había recuperado cierta presencia pública en el Vaticano tras su renuncia, con el propio Francisco permitiéndole participar en algunos actos.
No obstante, también fue Francisco quien reformó las leyes vaticanas para que pudiera ser juzgado penalmente.