Una inundación devastadora arrasó Camp Mystic, un campamento cristiano solo para niñas en Hunt, Texas, dejando al menos 23 campistas desaparecidas la madrugada del viernes.

El desastre ocurrió cuando casi 30 cm de lluvia cayeron antes del amanecer, desbordando el río Guadalupe y provocando destrucción masiva en la región, famosa por sus históricos campamentos de verano.

El campamento, fundado en 1926 y muy solicitado, vio sus cabañas icónicas arrasadas por la corriente. Padres y familiares, desesperados, publicaron fotos de sus hijas en redes sociales, pidiendo ayuda para localizarlas.

¿Cómo sucedió la tragedia?

El Servicio Meteorológico Nacional había pronosticado lluvias intensas, pero la magnitud superó las expectativas, alcanzando más de 25 cm.

El nivel del río Guadalupe subió 8 m en apenas 45 minutos (AP). Camp Mystic se ubica en un área apodada “el callejón de las inundaciones repentinas”, donde el agua corre sin filtrarse, arrastrando todo a su paso.

Los equipos de rescate evacuaron a cientos de niñas, algunas en helicóptero, y usaron cuerdas para cruzar puentes inundados. Elinor Lester, de 13 años, relató haber sido despertada por truenos y el agua golpeando su ventana a la 1:30 a.m. (AP).

Mientras las cabañas para las mayores estaban en zonas elevadas, las de las más pequeñas se inundaron primero.

¿Por qué fue tan grave el desastre?

La lluvia superó ampliamente el pronóstico y la topografía local agravó el desbordamiento. Austin Dickson, de la Fundación Comunitaria de Texas Hill Country, explicó que el agua no se absorbe sino que se desliza rápidamente por las laderas .

El vicegobernador Dan Patrick pidió a los texanos “rezar de rodillas” para encontrar con vida a las niñas. Décadas atrás, en 1987, otra inundación fatal mató a 10 adolescentes en un campamento a orillas del mismo río.

Para el viernes por la tarde, unas 850 personas habían sido rescatadas en la región. Un centro de reunificación en Ingram recibió a familias ansiosas por reencontrarse con sus hijas. Camp Mystic informó por correo a los padres que si no habían recibido llamadas directas, sus hijas estaban a salvo.

Las autoridades continúan las labores de búsqueda, recorriendo las riberas del río en busca de sobrevivientes mientras las familias oran por un milagro.